Ya hemos estado en 2 presentaciones del querido Circo Minero de la ULS, y esta vez nos dirigimos a presenciar el circo Sportas, quienes anunciaban con bombos y platillos la presencia del gran gimnasta olímpico Tomás González. Este show, fue traído a La Serena por supermercados Jumbo, y es parte de una gira nacional, y en la ciudad fueron 3 funciones a tablero vuelto.

Todo parte como una historia de dos amigas, que por cosas del destino rompen un imán mágico, y deben buscar el color adecuado para repararlo. Ese color está dentro del refrigerador (sutil mensaje de marketing), y su abuelo (interpretado por el chef internacional Yann Yvin), que aparece solo en la pantalla gigante, les dice que deben hacer y las va acompañando con pistas para su cometido en este fantástico viaje que las sumerge dentro del refrigerador. Acá yo esperaba que salieran personajes de verduras y cosas así, pero solo se limitaron a “transportarlas” a este mundo, donde Tomás González y Jumbito (la mascota de Jumbo, este ya no fue un sutil mensaje de marketing), les ayudarían y motivarían en su aventura. Ahí me di cuenta que Tomás estaba cumpliendo el rol de un Sr. Corales, y a veces incorporaba alguno de sus saltos en la rutina de baile y presentación.

Llego el primer número, el Hula Hoop e inmediatamente notamos el nivel de la artista, que con un dominio del elemento impecable sorprendió a muchos, una actuación que mezclaba no solo dominio del implemento, sino que elementos gimnásticos, circenses, danza y hasta de rutinas olímpicas, que, entrelazadas perfectamente con el juego de luces, logro la conjunción perfecta en el escenario.

Las chicas seguían buscando el color, y estas “búsquedas” se llevaban a cabo como intermedio entre artistas, donde se veían interpretadas diferentes aventuras, combinadas con bailes y música del DJ, pues si, tenían un cuerpo de baile y un DJ que estaba en el escenario. Acá realiza su aparición también (en este primer intermedio), el que sería el solitario bufón del espectáculo, quien con graciosas intervenciones durante todo el show hizo reír y participar al público.

El segundo numero serían las contorsionistas, y acá nos presentaron un show internacional de un primerísimo nivel, ya que las tres chicas procedentes de Mongolia dejaron boquiabierto a los  asistentes con su elasticidad y solemnidad para realizar sus complicadas posturas.

El ultimo numero de esta primera parte serían los basquetbolistas Húngaros, que tienen a su haber 15 récords Guiness. Un numero lleno de energía, espectacularidad y un ritmo vertiginoso, que no daba tiempo para descuidarse de su rutina, por que podías perderte algo sorprendente.

Acá se vino el intermedio de aproximadamente 20 minutos, el cual no se hizo largo, por la aparición de la KISS CAM, en donde se enfocaban parejas y estas debían besarse. Al principio fue todo muy tímido, pero de a poco los Serenenses perdieron la timidez y comenzaron a soltarse frente a las cámaras y hacer cada vez mas entretenidos y atrevidos sus besos.

Vuelve el show, con la continuación de la aventura, baile urbano por parte del cuerpo de baile, batalla de DJ, entre el DJ y el bufón, batalla de baile del bufón con un integrante del ballet.

En la aventura que seguían a las protagonistas del circo, una de ellas realiza muestra de su arte gimnástico/circense, al, en posición invertida y contorsionada, dispara el arco y flecha con sus pies para reventar un globo. Luego de esta intervención, venía el número final, acrobacias de los BMX.

Las ramplas se instalaron y los 4 jóvenes hicieron el deleite de grandes y chicos con sus arriesgadas y espectaculares acrobacias. Se transformaron en uno de los números mas aplaudidos de la noche, y con justa razón, dada la dificultad de las piruetas.

El final del show llega, con la misión de reparar el imán hecha, y con todos los artistas sobre el escenario cantando y bailando.

En cuanto al show solo puedo dar elogios por la calidad del mismo, eso sí, se anunciaba en la página 6 números, de los cuales solo fuimos testigos de 4, los que nos deja un poco la sensación de gusto a poco, pero si de buena calidad. Asumimos que esto se debió a la cantidad de funciones en el día (3), lo que obligo a que en cada función se recortaran 2 números (solo estoy presumiendo, no puedo asegurar esto).

Lo malo, la organización en la entrada, y esto va de la mano con la naturaleza del ser humano de no respetarse. La fila no se respetó, desorganización en la entrada, transformo en un caos el ingreso, y esto contrasta notoriamente con el espectáculo entregado, ese es un punto a mejorar y analizar bien por los organizadores, ya que genera molestia en la mayoría de los asistentes.