FARELLON SANCHEZ UNA VENTANA AL PASADO

Farellón Sánchez es un testimonio de la rica historia minera de Chile, de la región de Coquimbo. Este sitio, casi abandonado por completo, fue una vez un próspero pueblo minero que representaba la importancia de la pequeña minería en la provincia del Choapa. A lo largo de los años, Farellón Sánchez ha sido un símbolo de la vocación minera de la comuna, con sus casas, la escuela, el teatro y las faenas mineras que, aunque en ruinas, hablan de su valor histórico.

Farellón Sánchez surgió como un sitio minero en las cercanías de Illapel. En su apogeo, albergó a una comunidad de más de 800 personas en 1952, convirtiéndose en un núcleo vital para la economía local. La estación ferroviaria de Farellón Sánchez, parte de la extensión del Longitudinal Norte, fue inaugurada en
1913 y funcionó como un punto de conexión crucial para el transporte de minerales y trabajadores.

Con el paso del tiempo, la actividad minera disminuyó y el pueblo comenzó a declinar. Hoy en día, Farellón Sánchez se encuentra casi en abandono, con solo algunas casas habitadas, algunas nuevas plantaciones arbóreas y cercados alrededor de algunas instalaciones, que al parecer se están usando como bodegas de maquinarias y que dan cuenta de que actualmente en el lugar la pequeña minería se lleva a cabo para algunas labores como molienda o punto de lavado de material.

Los edificios que aún se mantienen en pie, como el teatro, el policlínico y las oficinas, son mudos testigos de un pasado más vibrante.

A pesar de su estado actual, Farellón Sánchez sigue siendo un lugar de interés para historiadores, turistas y aquellos interesados en la herencia minera de Chile. Las estructuras que quedan ofrecen una ventana al pasado y son un recordatorio de los ciclos de auge y caída que han caracterizado a la industria minera en la región.

En sus paredes podemos ver los mensajes que dejan los visitantes y antiguos habitantes, para dejar un registro de su visita y que además sirve un poco para conocer la historia de este lugar. Lamentablemente no solo dejan esos recuerdos (que de igual manera dañan el patrimonio), sino que también basura, escombros y el también saqueo de algunos antiguos utensilios, por lo que, si vas a visitar este
lugar, hazlo con el respeto que esta noble localidad merece.

Farellón Sánchez es más que un pueblo abandonado; es un capítulo de la historia de Chile que refleja la vida, el trabajo y las esperanzas de aquellos que alguna vez llamaron a este lugar su hogar. Aunque el tiempo ha borrado gran parte de su esplendor, su legado perdura como un testimonio de la perseverancia y el espíritu de la comunidad minera chilena.