Chinoy y su regreso a La Serena en Bar 12 Lunas.
El viernes 24 de octubre de 2025, Chinoy —cantautor, poeta y compositor nacional— marcó su regreso a la ciudad de La Serena, eligiendo como escenario el ya mítico Bar 12 Lunas.
Aquella noche, La Serena ofrecía múltiples panoramas: continuaba el FECILS (Festival de Cine de La Serena), se desarrollaba la Feria del Libro, y además era la Noche de los Museos, con actividades en todos los recintos culturales.
Incluso, en otro espacio, se presentaba Chico Trujillo. Una jornada intensa, pero Chinoy nos invitaba a la pausa, a esa calma que solo la buena trova chilena puede ofrecer.
La encargada de abrir el show fue Excentrica-Piola, joven cantante local que inició con la canción “Boletos”, seguida por “Desahogos”. Su voz, de vibrato agradable y amplio rango vocal, acompañada únicamente por su guitarra, fue un excelente comienzo. En los tonos altos, evocaba a la vocalista de Belanova. También interpretó “Ruge”, tema que recordó a Sabina Odone en sus inicios. Letras livianas, de fácil digestión, que auguran una prometedora carrera.
Chinoy subió al escenario a las 22:30 en punto, comenzando con “Cantar”, ejecutada con gran destreza en guitarra, seguida por “Carne de gallina”. Su voz particular llenó el recinto, y el sonido impecable realzó cada interpretación, que fue aplaudida con entusiasmo. Sorprendió con una versión cueca de “De la Treinta York”, clásico de su repertorio.
Luego presentó a su acompañante musical, el destacado Jejo Velasco, quien lo respaldó durante gran parte del show.
A un costado, en el Cuerpo de Bomberos, se desarrollaba una fiesta cuyo ruido por momentos interfería con la presentación. Chinoy, con humor, bromeaba al respecto: al terminar una canción, la música vecina inundaba el bar.
Dueño de una voz única e impecable, Chinoy reafirmó su sello distintivo en cada tema. Interpretó también “Valpolohizo” y “Dulce amor”, y dedicó “Tenochtitlán” a los músicos locales, especialmente de Las Compañías.
En un momento curioso, bajó simpáticamente al baño, dejando un solo de piano, para luego regresar y acoplarse nuevamente a la música: el momento freak de la noche.
Agradeció y reconoció a Angelo Escobar y Kaskivano, y comenzó a despedirse con su tema más icónico, “Klara”. Sin embargo, ante la petición del público, cerró con “Que salgan los dragones”.
Una interpretación excelente, un show íntimo donde demostró no solo su calidad artística, sino también su carisma, sensibilidad y humildad.
Gracias, como siempre, a Bar 12 Lunas y su equipo por el constante apoyo a la música nacional.





