Carmen llega a La Serena para deslumbrar.
La célebre ópera Carmen, compuesta por Georges Bizet y basada en la novela homónima de Prosper Mérimée, aterrizó en La Serena con dos funciones completamente agotadas y de entrada liberada, conquistando al público con su intensidad dramática y su música
inolvidable.
Ambientada en Sevilla alrededor de 1820, Carmen es una ópera en cuatro actos que fue estrenada en 1875. Aunque en sus inicios recibió críticas negativas, con el tiempo se convirtió en una de las obras más representadas del repertorio operístico mundial. A más de 150 años de su debut, sigue cautivando audiencias en todo el planeta, y esta vez fue el turno de los serenenses de vivir su magia.
La historia gira en torno a Carmen, una bella y seductora gitana que trabaja en una fábrica de cigarros. Libre, apasionada y rebelde, Carmen se convierte en el objeto del deseo de Don José, un cabo del ejército que, cegado por el amor, abandona a su prometida Micaela
y deserta. Sin embargo, Carmen se enamora del torero Escamillo, lo que desata los celos de Don José y desencadena una tragedia marcada por el amor, la traición y la pasión.
La ópera rompe con las convenciones del género opéra-comique, mezclando drama, realismo social y una intensidad emocional que se refleja en arias icónicas como la Habanera (“L’amour est un oiseau rebelle”) y la Canción del Toreador (“Votre toast, je peux vous le rendre”), reconocibles incluso para quienes no son habituales del mundo lírico.
Más de 100 artistas en escena —entre cantantes, coro, actores, músicos y bailarines—dieron vida a esta obra monumental de casi tres horas de duración. El público se mantuvo expectante, al borde de sus asientos, cautivado por cada giro de la trama y cada nota interpretada.
La música en vivo y la calidad interpretativa fueron de nivel excepcional, haciendo de este espectáculo un regalo para la ciudad. La Serena se merece eventos de esta magnitud, y ojalá en un futuro cercano puedan presentarse en un escenario acorde, como el tan
anhelado Teatro Regional, una deuda aún pendiente con la comunidad.
La Sociedad Bach, responsable de traer esta producción, puede sentirse orgullosa del resultado y del cariño del público, que al final de la función inundó el Techado Municipal con aplausos de reconocimiento y gratitud. Fue una noche donde el arte se impuso con fuerza, dejando una huella imborrable en la memoria cultural de La Serena.