“UNA MUJER LLENA DE VICIOS”: UNA CONTUNDENTE EXPERIENCIA DE HUMOR NEGRO

Nota y fotos de Javiera Jeria Paz  Instagram: jeriaf_ja

La obra, basada en Teoría King Kong de Virgine Despentes, exploró todas las gamas de emociones posibles, entre un oscuro humor y una amarga crítica social.

 

El pasado viernes 30 de mayo, el Teatro Municipal de Ovalle fue sede de una joya de la escena teatral. La obra “Una mujer llena de vicios”, dirigida por Alexandra Van Hummel y presentada por Patricia Rivadeneira en compañía de Antonia Zegers llenó el TMO y se llevó todos los aplausos de la noche.

La velada estaba programada para las 20:00 horas, la noche estaba helada, pero con la llegada de los auditores pronto fue abrigando el salón. Las luces eran bajas, una máquina expendía humo constantemente y en el escenario, solo dos sillas iluminadas en medio de la oscuridad.

A pesar de que la recomendación era para mayores de 16 años, había algunos menores, por lo que cabe destacar que esta obra tiene un tinte bastante fuerte, un potente humor negro y temáticas complejas de conversar, adaptadas a la perfección.

Es una obra que no sólo se ve y se oye, también se siente, desde el primer pelo hasta la punta de los pies. Ya sea por lo poderoso de sus argumentos o por la feroz actuación de dos grandes mujeres, “Una mujer llena de vicios” es una experiencia intensa de vivir.

El comienzo, Patricia y Antonia entraron entre luces intermitentes con excéntricas poses, para luego tomar asiento y relatar lo que parecía una oda a la mujer, una humorística apología que culmina en una ácida apertura de ojos sobre el prototipo femenino socialmente impuesto.

Así, entre chistes subidos de tono y una simple puesta en escena, que fue evolucionando con la obra, las actrices llevaron a la audiencia desde el plano más cómico al más duro e incómodo, con temas difíciles de hablar, pero siempre necesarios de evidenciar.

PARA TODAS (Y LOS DEMÁS)

Cuando se trata de temáticas sociales y profundizando, sobre el feminismo y la violencia sistemática hacia la mujer, es importante que el discurso sea transversal, oído por todas las partes que componen la sociedad.

Esta obra fue disfrutada por todo público, pero quienes resintieron verdaderamente cada palabra, cada chiste tan negro como el anterior y cada ácida crítica fueron las mujeres.

Lo que pudimos ver, fue una adaptación de un extracto de Teoría King Kong de Virgine Despentes, un relato basado en vidas y experiencias reales, que grita por todos lados que fue escrito por una mujer y hecho para ellas.

Cuando la ficción deja de serlo y se acerca tanto a la cruda realidad aparece el cuestionamiento, el sentido crítico, la incómoda pregunta de por qué las cosas tienen que ser así.

El objetivo de Alexandra Van Hummel y su elenco se ve cumplido, llegaron a los lugares más recónditos con esta obra, hablando verdaderamente, con crudeza y sin máscaras sobre lo que implica para muchas, si es que no todas, nacer y ser mujer en este mundo.

Sin embargo, todo lo crudo culmina con una sola enseñanza, somos mujeres, fuertes y orgullosas, capaces, libres y poderosas. La jornada finalizó con un conversatorio sobre la producción y una profundización del libro que da vida a este show, con una clara invitación a leerlo.

No te contaré más detalles de la obra porque prefiero que la veas, es una total experiencia que no deja ningún cabo suelto, incómodamente graciosa y satisfactoriamente real, profunda de analizar.

Felicitaciones al elenco en escena y tras de ella, también agradecemos al Teatro Municipal de Ovalle por este gran espectáculo, que además fue gratuito para toda la comunidad ovallina.