El inoxidable Iván Arenas hizo reír de buena gana al Teatro Centenario.

Eduardo Ramos Carvajal

En el show llevado a cabo el 5 de febrero el icónico comediante, productor, dibujante y actor tras el personaje del Profesor Rossa llegó a La Serena con el espectáculo “Dado de Alta”.

Uno de los personajes más queridos de la cultura pop además de la televisión en Chile es el profesor Rossa. Ivan Arenas es el hombre tras la creación e interpretación del personaje, quien protagonizó un montón de otros programas y también ingresó en el terreno de la comedia de gran manera en esta última década. Lo cual quedó demostrado este pasado martes 5 de febrero en La Serena. En un Teatro Centenario que desde temprano se fue llenando de personas adultas de todas las edades, muy entusiastas por conocer junto con disfrutar de la nueva rutina que traía a el dibujante después de un tiempo a la zona. Eran cerca de las 21 horas cuando se comenzaron a encender las luces del escenario para que el espectáculo diera su pie inicial.

Todo comenzó con una introducción mediante un video, que representaba la etapa complicada que le tocó vivir a Iván Arenas por sus recientes cuatro infartos al corazón. Todo de forma cómica por supuesto. Dentro del corto se pudieron ver inmediatamente a quienes serían los protagonistas de la noche. Por un lado obvio el queridísimo Iván Arenas pero también a un simpático y ácido doctor que se encargaría de su tratamiento para alcanzar su anhelada recuperación. Se trata de Chico Riveros, comediante amigo de Iván quién fue el primero en aparecer en escena para comenzar a contar su rutina basada en su mayoría en la experiencia médica junto al dibujante además de anécdotas buenas y malas de su vida a propósito de ser doctor. Todo esto con una gracia despampanante que encantó al público.

Luego de una gran rutina y una excelente conexión con el público de parte de Chico Riveros llegó el momento en que subió al escenario Iván Arenas. El comediante fue recibido con los brazos abiertos, aplausos como resultado de un reconocimiento a su figura. Fue así como empezó a hilar sus reconocidos chistes largos, pasando por momentos icónicos de su carrera hasta llegar a sus más recientes experiencias médicas. Durante todo lo que comprendió la rutina Iván Arenas demostró su gran experiencia, manejando al público, los ritmos, el tiempo e inclusive improvisando con cualquier cosa que pudiera suceder en el Teatro Centenario. Fue una ronda de humor en la cual el público, quienes algunos eran de Rancagua al igual que Iván, disfrutó de comienzo a fin. Riendo a buena gana y por supuesto disfrutando del momento.

Durante la rutina de Iván Arenas, chico Riveros tuvo sendas apariciones en escena que también despertaron carcajadas y de alguna forma ambos fueron ese complemento perfecto. Incluso quizás algunos en el público esperaban alguna parte en que ambos pudieran interactuar de forma más prolongada. Fue así como luego de terminada la sección de Arenas ambos comediantes subieron al escenario para despedirse de su público.

Agradeciendo el recibimiento, la motivación y las ganas de ser parte del evento que marcaba el regreso del icónico comediante a la zona. Un show donde ambos humoristas se lucieron, mostraron su experiencia y de alguna forma hicieron que la figura junto al humor de Profesor Rossa siguen más vigentes que nunca.