Black Dog: Un tributo a Led Zeppelin fuera de serie.
Nota de Eduardo Ramos Carvajal
La banda homenaje originaria de Santiago entregó un sólido concierto en el Teatro Centenario de La Serena. Una noche donde el Rock n Roll se vivió en estado puro y se pudo comprobar en primera fuente la mística de Led Zeppelin.
Led Zeppelin sin duda es una de las bandas más influyentes e importantes del llamado rock n roll, en sus canciones también se puede explorar géneros como el metal, el progresivo además del blues, entre otros. El legado de la agrupación británica se mantiene con fuerza hasta el día de hoy, y en ese sentido Black Dog es un tributo chileno que toma esa energía rock de los 70s para interpretar de manera fiel, contundente todos los éxitos y lados b de Page, Plant, Bonham y Jones.
La noche del viernes 10 de enero fue el turno de La Serena para vivir la experiencia de Led Zeppelin, en el Centro Cultural Teatro Centenario. Todo comenzó eso sí con River Glass Band, una potente agrupación que se encargó de abrir los fuegos con un encendido set de canciones que rememoran la música rock más icónica de los 90’s, en todo su esplendor. Entre las bandas parte de la lista de canciones estuvieron Pearl Jam, Foo Fighters, entre otros. Una obertura que sacó aplausos y que incluso tuvo una pedida de más canciones por parte de los presentes. Un comienzo ideal.
Cerca de las 22 horas comenzó de lleno el espectáculo de Black Dog. El tributo se encarga de una puesta en escena calcada a los británicos, con cada miembro interpretando no solo su instrumento, sino también la personalidad, el histrionismo de cada músico original. Las primeras canciones en ser ejecutadas fueron “Rock n Roll” “Black Dog”, “Over The Hill”, las cuales desde ese primer momento del espectáculo sonaron de manera impecable. Desde ese primer momento se destacó el virtuosismo de cada uno de los integrantes del tributo al momento de interpretar las melodías y compases. En adición a ello, también el uso de los mismos modelos de instrumentos, destacando las míticas guitarras Gibson Les Paul y la Gibson EDS de doble mástil.
Así el concierto de Black Dog fue tomando forma, en cada canción el nivel interpretativo iba subiendo, así como la energía del público presente en el Teatro Centenario. La banda en cada canción como “Misty Mountain Hop”, la icónica Since i been loving you” iban dando una cátedra de, además de tocar excelente, entregar un buen audio de ingeniería. En este aspecto, cabe señalar que cada instrumento se podía percibir de manera clara, fiel incluyendo la explosiva y determinada voz de Robert Plant. Todo esto trajo como consecuencia un show de alto nivel emotivo que demostraba la experiencia del tributo en el formato en vivo, no solo en Chile, sino en todo el mundo.
Uno de los aspectos que impacta de Black Dog como una banda tributo de un enorme nivel es la capacidad de sacar la fotografía calcada de Led Zeppelin. En ello el vocalista Dani Olmos es uno de los pilares fundamentales. Actualmente el músico se encuentra participando en el programa de televisión nacional de Chile “Mi Nombre Es”, donde ha logrado destacar con su participación como Robert Plant. Dentro de las palabras que él mismo entregó al público del Centenario señaló de emoción al ser parte del programa y de la alegría de la banda por volver a la zona, tras más de cuatro años de no venir. A continuación de ello, siguieron más temas como “The rain song”, “The Ocean”.
Cabe destacar que la banda, dentro de su extenso repertorio se dio el tiempo de dar relevancia a cada uno de sus músicos con extensos, prodigiosos solos de guitarra y batería. Demostrando de esta forma de manera evidente el virtuosismo de cada miembro del conjunto al servicio de cada canción. Llegando a la parte final del espectáculo aparecieron hitazos despertando la intensidad y el salto de los presentes acorde tras acorde. Para luego ir cerrando con una de las canciones más importantes de Led Zeppelin como “Moby Dick” o “Stairway To Heaven”. Todos himnos del rock mundial sonando el Teatro Centenario, con el concepto de fidedigno como el principal.
Luego de un notable bis, llegó el cierre del espectáculo ante aplausos interminables y pedidos de más canciones. La banda se mostró agradecida del público, con el Teatro Centenario además de con todos quienes hicieron posible el concierto. Una noche que cerró con una animada foto grupal, en una velada que desbordó toda la energía del Rock N Roll, todo el legado de Led Zeppelin en las manos de Black Dog,