Bristol hizo viajar al Teatro Centenario hacia los 90s.
Nota de Eduardo Ramos Carvajal
La banda tributo, originaria de la cuarta región, abrió el 2025 del Teatro Centenario con un concierto cargado de éxitos y lados b de la mítica banda Portishead.
Portishead es una de las bandas cabeza de lanza de uno de los géneros más explotados en la década de los 90 's, el Trip Hop. El legado y el presente del conjunto sigue más vivo que nunca, aquello se ve expresado en un enorme tributo como lo es Bristol. Músicos provenientes de la cuarta región que entregan un sonido fiel al original lo cual los lleva a siempre convocar a un buen marco de público.
Todo comenzó pasadas las nueve de la noche, ante un público expectante que en su mayoría eran adultos jóvenes y personas mayores en el Centro Cultural Teatro Centenario, quienes no querían perderse ningún detalle del show de Bristol. La propuesta era realizar todo un viaje a los 90s con un conjunto como Portishead de Synth Pop y Trip Hop que rememora una de las mejores épocas de la música alternativa, dentro de la música popular.
El show en todo momento fue un despliegue de un alto nivel, destacando un sonido de ingeniería impecable junto a una puesta en escena de luces y capaz de texturas que invitan a los asistentes a hacerse parte de un viaje musical e incluso psicodélico. Canciones como “Humming”, “Cowboys” o “Numb” fueron parte inicial del espectáculo, todas acompañadas además con una interpretación llena de intensidad y por lo demás muy apegada al formato en vivo tan reconocible de Portishead.
Luego de varias interpretaciones notables como “It Could be Sweet” o “Strangers” , la banda en voz de su prodigiosa cantante Victoria Alvarez se dio el tiempo de agradecer la presencia en conjunto al gran entusiasmo del público, invitando a que todas y todos siguieran disfrutando a tope de la velada músical. Aspecto que eso sí tuvo un momento tenso, cuando uno de los asistentes debió ser retirado por insistir en molestar a los presentes e incluso a uno de los camarógrafos. No obstante, más allá de ese momento todo fue de un grato ambiente.
Diferentes partes tuvo el concierto de Bristol, en sus casi dos horas de sesión, entre ellas sesiones acústicas como en “The Rip” además de otras solo a voz y bajo. Momentos intimistas combinados con banda completa que fueron dando al show una gran base, esto en temas como “Silence”, “Threads” o “Sour Time”. Ya hacia la parte final aparecieron más éxitos del proyecto británico, donde incluso la cantante Victoria tomó un cigarrillo para interpretar, despertando los aplausos espontáneos de las y los presentes en el concierto, esto por el guiño a la vocalista original.
Para dar fin al recital, la banda desplegó con el mismo poder interpretativo de toda la noche en el Teatro Centenario un gran éxito de Portishead, como lo es “Glory Box” para luego sí despedirse del público entre aplausos y vítores en una noche llena de sonidos eléctricos además de psicodélicos de los 90's, que dejaron una estela del legado imborrable del trip hop en las responsables manos de Bristol.