CIRCO MINERO Y LA NUEVA GENERACIÓN: CONTINUANDO LA TRADICIÓN CIRCENSE.
Hace ya 73 años que la ciudad de La Serena cuenta con el “Circo Minero” de la Universidad de La Serena. Un circo formado por estudiantes de esta prestigiosa universidad, quienes alternan sus estudios con el arte circense. Cada año, ofrecen espectáculos esporádicos para deleitar tanto a los alumnos como a los forasteros que asisten a la casa de estudios para disfrutar de estos shows.
El pasado viernes, sábado y domingo, 6, 7 y 8 de diciembre respectivamente, el Circo Minero presentó a una nueva generación de artistas, quienes ofrecieron un espectáculo lleno de colores, actos temerarios, humor, música y una actitud única. Sin duda, lograron entretener y mantener expectantes a los espectadores durante casi dos horas de show.
La función comenzó, como es costumbre en los circos chilenos, con la presencia del señor Corales. También, como es tradición, se realizó un desfile de los artistas que luego entrarían en escena.
El show inició con una pareja de acróbatas, quienes, a través de una performance romántica, ofrecieron una presentación correcta y envolvente, dejando claro el mensaje de la historia que querían contar. Posteriormente, una simpática payasita interrumpió al Sr. Corales, y juntos realizaron una demostración de fuerza y acrobacias, con posturas que destacaban la versatilidad del animador de la jornada.
Seguidamente, una espectacular acrobacia aérea en tela mantuvo atentos a los asistentes, quienes no pudieron evitar admirar los osados movimientos de la artista. Después de este acto, un malabarista, con sus tacos, hizo suyo al público.
Luego llegó el acto de equilibrio sobre la tabla, donde el público fue impulsado por un simpático payaso a pedir más peligro al acróbata, mientras sonaba la conocida “Circo Beat” de Fito Páez. Este número demostró cómo una canción bien elegida puede levantar los ánimos del público, siendo este un claro ejemplo de ello.
A continuación, un clásico que ha mantenido su nombre a lo largo de los años: “El Batallón de la Risa”. Aunque el nombre se ha mantenido igual, los integrantes cambiaron. En esta ocasión, dos payasitas hicieron reír tanto a grandes como a chicos. Después, llegó el acto del aro colgante, seguido de una impresionante rutina de malabares que dio cierre a la primera parte del show.
La pausa permitió a la banda circense interpretar varias canciones, mientras los asistentes disfrutaban de los productos ofrecidos en el stand circense.
La segunda parte del espectáculo fue aún más intensa, pero también con más humor. Después del intermedio, el acto de Hula Hula, al ritmo de Celia Cruz, reavivó los ánimos, acompañando la presentación con numerosas palmas por parte del público.
El “Batallón de la Risa” volvió al escenario, logrando nuevamente hacer reír al público con su rutina humorística y acrobática. Después, un número de acrobacias con cadenas en altura mantuvo a todos al borde de sus asientos.
El “Batallón de la Risa” regresó nuevamente, bajo un ritmo frenético y con interacción continua con el público, antes de ceder el espacio a un número de acrobacias en telas.
Luego, se presentó el número más encendido de la noche: el malabarismo con fuego. Tres artistas demostraron su destreza con este elemento, dejando a todos asombrados.
El final se acercaba, y el último número estuvo lleno de sensualidad y movimientos de alto riesgo. Una pareja de acróbatas en el aro realizó un show impresionante, manteniendo a todos observando atentamente.
Finalmente, el espectáculo llegó a su fin. Los artistas se despidieron del público, mientras una última canción interpretada por la banda marcaba el cierre de una emotiva y exitosa jornada del Circo Minero.